viernes, 13 de mayo de 2011

Treize (IX)

No siempre se está como para escribir algo elocuente, pero se siente igualmente la necesidad. Contaré la verdad, no he pasado un buen día, y por aquí no disimularé; estoy triste.
Mi mejor amiga está a casi 700km y necesito tocarla. Besarla y hacerle reir con cosquillas. Agarrarle la mano pensando que cuanto más apriete antes se olvida de cualquier contratiempo y decirle te quiero al oído muy bajito, de forma que sólo ella y los perros lo escuchen.


De todos modos, hay algo caliente encerrado en el fondo de mí, debajo de toda la pena y la impotencia que anuda la boca de mi estómago, y es saber que volveré y compartiré el tiempo que me queda con la mejor persona con la que haya podido desear gastar mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario