viernes, 31 de diciembre de 2010

Heureuse

  
Llegados a este punto, todos hacemos balance. 
Miramos atrás, nos alegramos por las cosas logradas, que aunque difíciles, se consiguieron. Y nos ponemos melancólicos al pensar en las ausencias o en las patadas en la boca que también nos hemos llevado.
Yo este año no quiero más balances, ni propósitos. Me voy a concentrar en ser feliz, ahora que sé por fin en qué consiste.
Así que eso, feliz año o feliz lo que sea. El feliz es lo que cuenta.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Je t'aime

A estas horas de la madrugada, el único pensamiento despierto en mi cabeza es lo mucho que te quiero.
Y eso es lo que hay.

martes, 21 de diciembre de 2010

Treize (IV)

Mis dedos tamborileaban sin parar en cualquier sitio donde apoyase la mano. Crispaba. Como una de esas noches tensas en las que el reloj acuchilla el silencio de tu habitación y te hace notar que cada segundo dura como un minuto entero. La misma noche que la tila tampoco pudo callar a mis pies, que remedaban con su tic al corazón en voz alta. 

Sigo sin entender a día de hoy esos nervios, porque desde luego no era como si fuese a quedar con alguien por primera vez.

Ha pasado un año y sigue aquí. No pedí nada más por Navidad.

sábado, 18 de diciembre de 2010

À ceux qui aiment

Dicen que a través de las palabras, el dolor se hace más tangible. Que podemos mirarlo como a una criatura oscura, tanto mas ajena a nosotros, cuanto más cerca la sentimos. Pero yo siempre he creído que el dolor que no encuentra palabras para ser expresado es el más cruel, el más hondo...el más injusto.

domingo, 12 de diciembre de 2010

La nuit. Je devians fou

Y cuando se empiezan a apagar las luces, van sonando muelles de camas, bostezos perdidos, televisores que oscurecen, cepillos de dientes que terminan su jornada, el vaso de agua que se queda sin fregar, pasos de calcetines por el pasillo, gatos cantando...cuando todo parece que termina, comienzo yo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Le voyage dans la lune

Hay un mar que no está lejos de nosotros, es invisible, pero no está oculto. 
Está prohibido hablar de él, pero al mismo tiempo es un pecado y un indicio de ingratitud no hacerlo.