domingo, 19 de septiembre de 2010

Ces nuits

De cuando los bancos se convertían en camas de hierro improvisadas y los escaparates de las calles oscuras, en respaldos de sillones donde dejar caer el cuerpo.
De cuando los últimos autobuses de la noche o los primeros de la mañana, robaban todas nuestras ganas.

2 comentarios: